Como Centro de Alto Rendimiento Formativo, en el Colegio Unamuno estamos especializados en la orientación de familias y alumn@s que requieren de una ayuda específica ante las diversas situaciones de convivencia familiar en las que se encuentran.
Cuando los hij@s llegan a la etapa evolutiva de la adolescencia, muchos padres se desconciertan ante los cambios que progresivamente se van produciendo, hasta el punto de no entender lo que sucede, de culpabilizarse, de sentirse desbordados, desesperados, y en muchas ocasiones, hasta angustiados. Es cierto, que una gran cantidad de cambios son producidos, de manera general, por las características propias de la etapa evolutiva en la que se encuentran. Ahora bien, es fundamental saber que esos rasgos no son los únicos que se manifiestan en esa etapa, sino que intervienen de manera directa y con gran influencia otros que son adquiridos mediante la educación de los padres durante la infancia y la pre-adolescencia, así como los que provienen del contexto social en el que se desarrolla.
Cuando un adolescente no se realiza a nivel académico o a nivel personal-familiar, se encuentra en conflicto, es decir, en lucha interna consigo mismo y con el mundo circundante, y desde esa lucha interna se siente mal y sufre, y también sufren sus padres. Es justamente el trabajo de orientación especializado en coordinación con las familias, lo que nos permite ayudar a nuestros alumn@s a que progresen mediante una realización-satisfacción personal y académica, y a las familias a reconstruir la relación de convivencia y entendimiento con sus hij@s.
Este proceso lo comenzamos con una entrevista de admisión dirigida principalmente a los padres, verdaderos artífices de la formación de sus hij@s, y piedra angular de nuestro proyecto Institucional. Esta entrevista es técnica y profunda, es el punto de partida para comenzar a trabajar de manera especializada, estableciendo los objetivos y estrategias concretas para orientar a esa familia en particular, personalizando así el proceso de orientación.
A modo de ejemplo sobre el tipo de entrevista técnica que realizamos, y teniendo en cuenta que cada familia es diferente, y por tanto, cada entrevista también, se transcribirá una incluyendo cierto novelado y manteniendo el anonimato de los implicados.
Entrevista
""Se trata de una familia de Almería. Asisten
a la entrevista los padres sin su hijo. Comentan de entrada que Eduardo estaba
esperando en el coche con su hermana, con la que se lleva año y medio, ya que no le habían dicho sus padres dónde
iban ni tampoco para qué se desplazaban a Málaga. Eduardo está cursando 4º de eso.
Tiene 15 años. En las evaluaciones anteriores le quedaron 5 asignaturas. Los padres son competentes, pero están muy desorientados, lo
están pasando mal, están saturados y desesperados porque la situación se les ha
ido de las manos. El verdadero problema de esta unidad familiar para con su hijo se ubica en la relación que tienen los padres. No hay entendimiento mutuo, llevan años discutiendo delante de sus
hijos, han tenido dos formas distintas de ver y percibir la educación de Eduardo y ha influido muy negativamente en él. El padre es más flexible y tolerante, la madre es más estricta y
exigente, y ha educado a su hijo a base de castigos y órdenes, lo que ha
provocado un desastroso enfrentamiento entre ellos, hasta el punto de la agresión física y verbal en repetidas ocasiones. Los
padres han pensado en varias ocasiones separarse, han realizado una terapia
de pareja para solucionar sus diferencias y para decidir lo mejor para su hijo. A día de hoy, la madre habla de la posibilidad de separarse si es mejor
para su hijo y no se entiende con su marido, lo que hace entrever un gran sentimiento de culpa ante la situación, ya que todo o la mayor parte del enfrentamiento
es con ella. El padre no concibe esa opción
de separarse como una ayuda a su hijo, sino que manifiesta que juntos hacen o
pueden hacer más bien a Eduardo. Cuando le describen los padres comentan
que es muy caprichoso, que miente con frecuencia, que es desordenado, que es
impulsivo sobre todo cuando se le lleva la contraria y que acoge el papel de
víctima, y en cierta forma martiriza.
Se les
hace ver a los padres que su hijo está sufriendo mucho desde esa
conflictividad de la que es portador, y que el mayor problema de su hijo se
ubica en ellos, en los padres, y que hasta que ellos no comiencen a trabajar y
cambiar, su hijo seguirá igual y empeorará con el tiempo. Se les hace ver que
deben trabajar en varios frentes: lo primero en el entendimiento mutuo, en no
discutir delante de sus hijos, en tratarles con respeto y mucho cariño, pues me
manifiestan que efectivamente se ha perdido el afecto entre ellos, y así no se
puede reconstruir la relación. Tienen que investirse los padres de autoridad,
es decir, de seguridad para encontrar los valores que ellos tienen para transmitirle a
Eduardo el valor/es que está necesitando. Pero deben buscar los momentos
adecuados en que él esté tranquilo, sosegado, con mirada limpia, de
cercanía, y en ese momento es cuando deben acercarse a él para transmitirle el
valor que necesita para cambiar. Deben no seguir educando desde el castigo y
las órdenes, pues la rebeldía le surge por la imposición, deben ganarse con
afecto su confianza y autoridad, y a partir de ahí, podrán construir una nueva
relación basada en el respeto, el acuerdo y el cariño, elementos de una
autoridad ganada y no impuesta.
La
familia se compromete a llevar a cabo las indicaciones que se les aportan para
comenzar a reconstruir la convivencia en el hogar, y así intentar hacer consciente a Eduardo de la necesidad de salir temporalmente del hogar para
solucionar su grandísima conflictividad, que no es más que una carencia importante en su realización como persona. En el caso de conseguir despertar dicha conciencia, se volveríamos a mantener una segunda
entrevista para concretar, aún más, los objetivos a trabajar, tanto con la familia, como con el educando"".
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