Con el presente post pretendo transmitir una realidad, la materialización de un trabajo realizado con unos padres y con su hijo. Se transcribirá literalmente y sin atisbo de corrección o manipulación alguna, una carta dirigida por los padres de uno de nuestros alumnos al director del diario Sur de Málaga en agradecimiento a la labor realizada con su hijo en nuestro centro. Esta carta es una manifestación real de la experiencia de una familia que, ante la problemática que tenían con su hijo, se dirigieron al Colegio Unamuno buscando un proyecto educativo que diera solución a la situación de fracaso y falta de realización en la que se encontraba su hijo.
Esta familia y muchas otras, depositaron su confianza en nuestro proyecto educativo, y como bien nos llevan manifestando los distintos padres que han emprendido su caminar con nosotros durante más de cuatro décadas, sienten y expresan una elevada gratitud por el trabajo realizado tanto con ellos como con sus hij@s. Durante el proceso, realizan un camino de trasformación, de cambio, de realización y de satisfacción, en el que dan cabida momentos de alegría, tristeza, frustración, esperanza y satisfacción. Se produce un re-descubrimiento de la forma de actuar y, en muchos casos, de la forma de ser frente al "otro" que es su hij@.
Los padres son la clave del cambio de los hij@os, porque una palabra de ellos vale más que cien nuestras, porque el vínculo de unos padres con sus hij@s es la fuerza motriz que posibilita el cambio, porque los valores de los padres son los valores de los hij@s, y un pequeño cambio en los padres puede producir grandes cambios en el comportamiento de sus hij@s. Este es uno de los aspectos más importante del Proyecto Educativo que desarrollamos en el Colegio Unamuno.
Si más dilación, se transcribe a continuación la carta emitida al director del diario Sur y publicada en el mismo que escribieron unos padres satisfechos del trabajo que realizamos con ellos y con su querido hijo.
CARTA AL DIRECTOR DEL DIARIO SUR
A
través de ésta, pretendemos compartir con otros padres nuestra experiencia con
el Colegio Unamuno de Málaga, en el
que nuestro segundo hijo ha cursado 2º de bachillerato y ha logrado superar, no
sin esfuerzo por su parte, y por la de sus educadores, todas las asignaturas.
A
principios de año, la situación era que nuestro hijo, pese a estar repitiendo
segundo de bachiller en un centro concertado religioso de esta ciudad, los
resultados del primer trimestre fueron totalmente insatisfactorios,
encontrándose desmotivado, desilusionado y desconectado. Tras el período
navideño, decidimos buscar una solución para evitar que se viese obligado a
cursar por tercera vez un mismo curso.
Nuestro
hijo, pese a los constantes mensajes de apoyo, la ayuda de profesores particulares y todo tipo de estímulos de los que creíamos que darían sus frutos,
seguía en una actitud de desidia y desinterés, generándose situaciones conflictivas
en el hogar.
Después
de mucho consultar, unos amigos con una experiencia semejante, nos hablaron del
Colegio Unamuno como Centro de Alto
Rendimiento Educativo que se vuelca con los alumnos, tanto con los más
motivados, como con aquellos otros que necesitan creer en sí mismos.
Solicitamos
una entrevista con el Sr. Director D. Félix, contemplando la posibilidad por
nuestra parte de cambiarle de colegio, aun cuando fuese a mitad de curso para
que se volcasen en él de un modo más cercano. El Director aceptó el reto y nos
pidió que dejásemos de presionarle sobre los estudios para evitar que la tarea
del centro se viese distorsionada.
El
curso en este nuevo centro lo empezó en enero de 2015 con una importante
carencia de una base sólida, pues el año anterior y el primer trimestre de este
nuevo año no había hecho absolutamente nada en el anterior centro educativo.
Nosotros, como padres conscientes de la importancia de que nuestro hijo
finalizase 2º de Bachillerato y de que adquiriese hábitos de estudio y esfuerzo,
estábamos bastante desesperados, pero pronto vimos cómo empezaba a dar sus
frutos y se producía un cambio de actitud frente a los temas académicos.
Ingresó
en el centro en régimen de semi-internado con un horario de 8 de la mañana
hasta las 19,30 de la tarde, pero transcurrido escasamente un mes nos pidió
voluntariamente querer continuar en el centro en régimen de internado, pernoctando
en el centro por considerar que de este modo podría centrarse más en los
estudios para alcanzar los objetivos. Esta petición por su parte ya nos levantó
el ánimo, pues indicaba que era consciente de sus necesidades y que empezaba a
encontrar la solución.
Los
escasos cinco meses (de enero a
mayo) que quedaban hasta final de curso no fueron suficientes para lograr
superar todas las asignatura en junio, pero se nos brindaba la posibilidad de
un curso intensivo durante el verano
en el cual continuaría con su formación y preparación para poder finalizar los
estudios de bachillerato e incluso presentarse al examen de selectividad.
Ahora,
a principios de septiembre nuestro hijo ha finalizado 2º de Bachiller y a nivel
de autoestima es otra persona. Ha recuperado la confianza en sí mismo y se
encuentra inmerso en el último esfuerzo para intentar aprobar el examen de
selectividad.
Queremos
agradecer al Colegio Unamuno, al Director, a los profesores de 2º de Bachiller,
al departamento de orientación, y en general a todas las personas que se ocupan
de forma compartida con nosotros de la educación de nuestro hijo, en una etapa
tan difícil como esta, el que le hayan ayudado a conseguir sus objetivos y
orientado y estimulado para ello, volcándose en la tarea docente y en el resto
de los aspectos de su formación.
Hoy,
tras el paso por el Colegio Unamuno de
Málaga, nuestro hijo es una persona mucho más segura de sí mismo, con más
confianza, ha recuperado la alegría y podrá continuar su formación con garantías
de éxito.
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