lunes, 11 de diciembre de 2017

Reflexión sobre los Recursos Digitales en Educación

En un mundo cada vez más globalizado y más interconectado, los recursos digitales, y en general las tecnologías de la información y la comunicación, se hacen cada vez más necesarias, llegando a convertirse en elementos casi imprescindibles en la vida diaria, dependiendo de la generación de que se trate, claro está, pero ya desde la generación X, que vivieron el cambio de lo analógico a lo digital y se adaptaron, no sin pocas dificultades a esta nueva realidad, supone la tecnología y sus recursos casi elementos de primera necesidad, no digamos ya para las generaciones subsiguientes, la Y o millennials y la Z o “nativos digitales”, generaciones que no conciben el mundo ni la realidad sin las tecnologías, son multitareas, no acumulan porque son muy conscientes de que todo está en la red y surfean por ella localizando lo que les interesa, desmembrando y profundizando en función de sus intereses y motivaciones, y profundizando en los entornos virtuales de la red, en los que la identidad puede verse comprometida, tema del que estoy convencido será tratado en profundidad en los años venideros. 
Todo lo comentado anteriormente tiene una especial relevancia en el ámbito educativo, ya que la generación Z son en su mayoría los alumnos que actualmente se encuentran en los centros educativos, y son nativos digitales en el sentido de que han nacido en un mundo tecnológico hiperconectado en el que no entienden el acceso a la información sin internet y en el que desde la infancia han estado cercanos al manejo de la tecnología digital, y esta nueva realidad les hace ser más rápidos en el uso y admisnitración de multitareas, más intuitivos y más resolutivos a la hora de resolver problemas porque ven más opciones al trabajar con mayor versatilidad e interactividad. A esta nueva realidad es a la que la educación se debe adaptar, desde los ámbitos más elevados de concreción curricular hasta los niveles de mayor concreción, pasando por los recursos tecnológicos que deben de haber en las aulas, por la didáctica y metodología de los docentes en el aula, etc., pues lo que servía para las generaciones precedentes como la generación X, la Baby Boomers o la generación silenciosa, no puede ni tiene que servir para las subsecuentes y actuales, y la adaptación a las nuevas generaciones debe partir de un cambio de mentalidad, de las prácticas y de un es fuerzo de comprensión de la nueva realidad por parte de todas las personas que constituyen el ámbito educativo.

En el área específica de la educación física, los recursos digitales nos aportan una amplia gama de posibilidades para trabajar los contenidos del currículo, desde juegos interactivos para trabajar los componentes anatómicos o los hábitos alimenticios, hasta el trabajo autónomo para aprender técnicas deportivas y evaluarse en grupo o así mismo, también para trabajar los valores, los juegos de distintos países, el impacto ambiental, la organización y planificación de torneos o eventos deportivos, para trabajar los efectos de la actividad física sobre el organismo, o el calentamiento y los estiramientos pre y post ejercicio, y así un sinfín de posibles aplicaciones que nos ayudan a adaptarnos de manera más ajustada a las necesidades de aprendizaje que tienen nuestros alumnos. Este ajuste que realizamos con los recursos digitales nos ayuda a captar la atención de los alumnos y a generarles dosis de motivación, imprescindible para generar aprendizaje. La atención y la concentración están estrechamente vinculadas a la motivación y al aprendizaje, y los recursos digitales son una excelente herramienta para hacer más atractivo el contenido y captar así la atención de los alumnos, obviamente, el cómo usarlos eficazmente, depende de la convicción, la formación y la habilidad de los docentes. 

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Reflexión sobre el sistema educativo Español y Finlandés


Esta reflexión tiene por finalidad comparar los modelos educativos de dos países, España y Finlandia, los cuales se encuentran bastante alejados en los resultados alcanzados y publicados en el informe PISA en 2015, que avaluaba la competencia en ciencias, la comprensión lectora y la competencia matemática. Las posiciones de cada país con respecto a estas tres competencias eran las siguientes (EL País, 2016): en competencia en ciencias, España quedó en la trigésima posición, una posición por debajo de la media de la OCDE, mientras que Finlandia quedó en quinto lugar. En comprensión lectora, España quedó en vigésimo quinto lugar, tres puestos por encima de la media de la OCDE, siendo la única competencia en la que nos situamos por encima de dicha media, mientras que Finlandia se encontraba en cuarto lugar. Y, por último, en la competencia matemática, España quedó en trigésimo segundo lugar, dos posiciones por debajo de la media de la OCDE, mientras que Finlandia quedó en duodécimo lugar.

Estos datos nos muestran la existencia de una clara diferencia en el nivel alcanzado en cada una de las competencias por ambos países, y nos hacen reflexionar sobre los aspectos distintivos de los modelos educativos que se aplican en cada país, en los cuales hay una clara diferencia con respecto al fracaso escolar, liderando España dicho fracaso en la Unión Europea, ya que el 20% de los jóvenes españoles entre 18 y 24 años abandona prematuramente el sistema educativo sin haber terminado sus estudios de secundaria (El Confidencial, 2016), mientras que Finlandia se sitúa por debajo de la media de la Unión Europea que está en el 11%, por lo que entendemos que la aplicación de dichos modelos educativos tienen un impacto esencial en los resultados que se obtienen en las distintas competencias evaluadas, sin obviar, desde mi punto de vista, que la crianza y educación recibida en el hogar por las familias, así como la cultura y los hábitos adquiridos socialmente tendrán su parte de influencia indirecta sobre los resultados comentados anteriormente.

Para desgranar y analizar las diferencias que han podido afectar de manera significativa a los resultados obtenidos por ambos modelos, nos vamos a centrar en varios puntos referidos a los aspectos normativos del sistema, a la función de los docentes y al papel que representan en las instituciones educativas y en el ámbito social, en los idiomas y en la atención y el tratamiento que se hace de la diversidad, y en el papel que juega la actividad física y el deporte en los centros educativos.

Es importante comenzar el análisis de la comparativa de los sistemas educativos de España y Finlandia reflexionando sobre cómo puede impactar en los resultados de cada uno de los sistemas educativos las leyes que los regulan. Sería un interesante trabajo de investigación comparar los sistemas educativos de los países de la Unión Europea analizando sus leyes educativas y el número de modificaciones de las mismas, la frecuencia y el tiempo en que se han ido modificando e instaurando con los resultados en las distintas competencias evaluables. En este breve análisis que vamos a hacer, contemplamos como variable de relevancia en la obtención de los resultados entre ambos países la consolidación y estabilidad de la ley de educación y las reformas llevadas a cabo en Finlandia con respecto a España, donde las reformas han sido constantes y los partidos políticos no han sabido, desde mi punto de vista, crear un hilo conductor que, año tras años, independientemente del color político que gobierne, haga mejorar el sistema educativo dotándolo de mayor calidad y buscando la excelencia del mismo. En España, desde la Ley Moyano de 1857, se han elaborado siete Leyes más, en un periodo que comprende 156 años, tiempo insuficiente en mi opinión para considerar maduro un Sistema Educativo.

En el caso de España, su sistema educativo ha estado siempre muy centrado en la escritura, la lectura y las matemáticas, de tal forma que la lectura comprensiva comenzaba hacia los 4 o 5 años, y esto supone una presión importante a la hora de concentrarse y aprender, ya que algunos niños pueden desarrollarse más lentamente y necesiten de más tiempo para aprender a leer por el momento evolutivo en el que se encuentran (Cortés, 2017). En el caso de Finlandia, la escolarización comienza a los 7 años, por lo que la lectura y la escritura no se alcanzan hasta dicha edad, y hace más de un siglo que eliminaron el analfabetismo. Además, en todos los centros cuentan con psicólogos y trabajadores sociales y un servicio gratuito de odontología, siendo el centro educativo el que se encarga de que los alumnos asistan al mismo. Otra de las diferencias importantes del sistema finlandés con respecto al español, es que combinan asignaturas tradicionales con otras de habilidades diversas como carpintería, cocina, etc., asignatura obligatoria en algunos cursos (Emprendeyaprende 2011).

Por otro lado, la inversión en Educación que hace un País es un elemento esencial para dotar al sistema de recursos suficientes que le permitan posteriormente obtener resultados de calidad, y en este sentido, Finlandia destina seis euros de cada cien recaudados, uno más que la media europea (Enprendeyaprende, 2011).  Es cierto que los impuestos que abonan sus ciudadanos son de los más altos de Europa, pero se debe tener en cuenta que su renta per cápita es también de las más altas, y esta sincronía entre impuestos y renta per cápita hace posible que se pueda realizar, por ejemplo, una conciliación familia real, ya que la mujer tiene un permiso de 105 días, más 158 días a repartir con el padre, mientras que en España el permiso es de 112 días, de los cuales las diez últimas semanas puede compartirla con el padre (Rovati, 2011). La madre, en Finlandia podría incorporarse a los tres años con todos los derechos que tenía antes de la maternidad (Enprendeyaprende, 2011). Además de los permisos que permiten la posibilidad de una conciliación real, estos impuestos permiten que la escolarización y los estudios sean gratuitos, así como la alimentación en los centros educativos, el material, el trasporte y la consulta odontológica (Emprendeyaprende, 2011).

En relación al valor del docente, es fundamental hablar de la formación y la preparación que tienen unos frente a otros. En Finlandia, a diferencia de lo que ocurre en España, para poder estudiar una carrera universitaria que posibilite el desempeño de la función docente, se debe tener una nota media para acceder a dichos estudios equiparable a la que se solicita en España para realizar los estudios de medicina, lo que muestra el grado de importancia que el País otorga a la educación. Además de la nota de acceso, los estudios universitarios para ejercer la función docente en Finlandia son de cinco años, uno más que los estudios realizados en España para ejercer la misma función.

Con esto consiguen que en las instituciones educativas finlandesas haya auténticos profesionales bien formados, que es una de las premisas esenciales para mejorar la educación. Otra premisa, para mí inherente a esta forma de actuar que tienen en Finlandia es la vocación, pues una persona que estudia una carrera universitaria a la cual ha tenido que acceder con una media que le permite acceder a prácticamente cualquier estudio universitario, y de esa amplia elección de estudios, decide realizar y apostar por cinco años de estudios conducentes a la profesión docente, ese alumno o alumna tiene verdadero interés y vocación por la profesión docente. En el caso de España, muchos alumnos comienzan sus estudios en magisterio porque no han podido acceder a otros estudios debido a las notas de acceso que tenían, realizando estudios cuyo interés por ellos era escaso. De igual forma, y hablo desde mi experiencia realizando entrevistas de trabajo para el sector educativo, la educación ha sido y sigue siendo un seguro en tiempos de crisis, en el cual se han intentado refugiar muchas personas que han sido despedidas con motivo de la crisis y han retomado los estudios para acceder a la educación buscando la seguridad y la continuidad laboral, no habiéndose antes dedicado a dicha labor.

Por tanto, con respecto a los docentes que son los pilares sobre los que se apoya el sistema educativo y los artífices que materializan los mismos, podemos concretar varias diferencias que, sin duda, afectan e influyen en los resultados que tienen los dos sistemas educativos, y son los siguientes: a.- acceso a los estudios universitarios de los alumnos con mayor formación inicial, b.- estudios universitarios más amplios (Finlandia cinco años y España 4 años), c.- vocación inicial mayor en el caso de Finlandia al tener sus alumnos un abanico mayor de elección de estudios y decidir el camino de la docencia. A estos aspectos hay que añadir que esta elección docente también está motivada por el reconocimiento, autoridad y el respeto que a los profesores se les otorga en Finlandia, tanto por parte de las familias como por parte de los propios alumnos y de las administraciones, lo que genera en los docentes bienestar y sentido de trascendencia con lo que hacen, que son aspectos vitales para realizar una buena labor educativa.

En cuanto a los idiomas y a la atención a la diversidad, en España los jóvenes que realizan hasta la educación secundaria obligatoria, están estudiando un idioma un mínimo de 10 años, a los que hay que sumarle los años de bachillerato en el caso de que opten por dichos estudios, lo que supone un tiempo más que suficiente para alcanzar una buena competencia lingüística, máxime si lo comparamos con los 11 años que se estudian en Francia y Alemania, los 8 que se estudian en Italia o los 3 de Reino Unido, lo que significa que nuestros alumnos estudian el idioma más años, y por tanto más horas que sus homólogos de la mayoría de países de nuestro entorno, y pese a ello, la enseñanza de lenguas extranjeras que se imparte en nuestro País producen un bajo nivel de competencia lingüística a juzgar por los datos que reflejan las encuestas internacionales (Xavier Gisbert, 2011). Este autor llega a la conclusión de que el problema de dichos resultados ineficientes no está ni en la duración de las enseñanzas, ni en la cualificación de los docentes, ni en la especialización, ni en el número de alumnos por aula que indica está dentro de la media de alumnos de los países de la UE, sino que plantea que la problemática para solucionar los deficientes resultados radica en la lengua, es decir, en que los profesores no utilizan de manera habitual la lengua en la que deberían enseñar, y plantea el reto de que los docentes de lengua extranjera impartan en exclusividad las asignaturas en dicha lengua (Xavier Gisbert, 2011). Desde mi punto de vista y en relación a las conclusiones del autor sobre que el problema de los resultados ineficientes en las enseñanzas de idiomas no se encuentra la cualificación de los docentes, no estoy nada de acuerdo, puesto que en países como Finlandia, que tiene unos resultados académicos más que satisfactorios, los docentes tienen más cualificación al tener una año más de estudios universitarios y una media más alta de acceso a la carrera que la que tienen los alumnos españoles, por lo que la cualificación docente en función de los planes de estudio y el acceso a la formación del profesorado sí es una variable importante a tener en cuenta y diferenciadora a la hora de comparar resultados en el ámbito de la enseñanza de idiomas. En el caso de Finlandia, los alumnos realizan un bilingüismo real con profesores nativos. Estudian finlandés, sueco (segunda lengua del país), inglés, y la lengua materna. Los inmigrantes estudian su lengua materna con un profesor nativo, lo que ayuda a los alumnos a realizar una mejor adaptación al nuevo contexto y a sentirme acogidos en un país distinto. Esto es algo que debería incorporarse a los planes de acogida de todos los centros educativos. De igual forma, un elemento de inclusión y evitación de la marginación y la distinción social, es el de la enseñanza gratuita de los centros privados, concertados y públicos. Únicamente hay 27 colegios denominados privados en Finlandia, menos del 1% del total de centros. Esto se debe a que la escuela es uno de los pilares fundamentales del estado de bienestar finlandés. En España, la escolarización pública en 2015 en primaria se sitúa en el 68%, la concertada en el 28% y la privada en el 4%, mientras que la escolarización pública en secundaria en 2015 se sitúa en el 69%, la concertada en el 28% y la privada en el 3% (Sánchez, Caballero, 2017). Datos que distan mucho del modelo finlandés y que hacen que haya una diferencia social importante entre los alumnos que acceden a un centro con respecto a otro, dándose casos de centros educativos que son tildados de diversas maneras y quedan etiquetados negativamente tanto por profesionales del sector, como por familiares que intentan evitar matricular a su hijo en dichos centros, como he podido vivenciar recientemente con una familia y con su hijo.

Otro aspecto muy importante que se da en las clases finlandesas son las clases de apoyo en las que un docente ayudante está contantemente con aquellos alumnos que por diversos motivos no siguen el ritmo de la clase, lo que ayuda a que los docentes puedan continuar con el ritmo normal de la clase mientras que otros docentes se encargan de que los alumnos que no siguen el ritmo normal lo vayan adquiriendo progresivamente. A diferencia con España, y tal como indica la profesora del documental (Enprendeyaprende, 2011), en el sistema educativo español, el refuerzo y apoyo educativo no siempre se da por las diversas situaciones de sustituciones que en muchas ocasiones hay que realizar y por la falta de personal que acontece en muchos centros, lo que no ocurre en Finlandia donde todos los centros cuentan psicólogos y trabajadores sociales.

Respecto a la importancia de la actividad física en el ámbito de la educación, es más que sabido y demostrado que la misma es de vital importancia para la salud de las personas y para la economía de un País, pues es el mejor remedio para prevenir y, en algunos casos, curar o retrasar la aparición de enfermedades. En este sentido, Finlandia se encuentra en el podio europeo de la actividad física y está entre los países más activos del mundo (This es Finland, 2011), y es que el 90% de los jóvenes menores de 18 años es físicamente activo, y como no puede ser de otra forma, la cultura del movimiento y la actividad física comienza en las escuelas. ¿Y por qué es importante la actividad física, el deporte y, en general el ejercicio mediante el movimiento?, porque hay muchas investigaciones que han relacionado ejercicio y neurogénesis, demostrando que el ejercicio mejora la función cognitiva, el aprendizaje y la memoria (Santos, 2014). Centrándonos en el ámbito específico de la educación, en el sistema educativo finlandés, cada 45’ de clase, realizan 15’ de patio y juegos, en los cuales los niños juegan, se mueven y hacen ejercicios. Esta ruptura cada 45’ y el tiempo que dedican al ejercicio y a los juegos, les permite poder comenzar la siguiente clase con un mayor nivel de actividad cognitiva, por lo que la concentración, la atención y la memoria serán más aprovechables y les permitirá adquirir más conocimientos que en condiciones de menor activación cognitiva. Es importante que los tiempos de clases y los de juegos, ejercicios o movimientos se especifiquen en función de la edad de los jóvenes, puesto que las capacidades cognitivas no son las mismas en unas edades que en otras, pero la idea básica que se acaba de esbozar es muy importante para mejorar el proceso de aprendizaje de los alumnos.

A modo de conclusión, estoy de acuerdo en que las diferencias entre los dos modelos educativos que se han analizado y que han dado lugar a distintos resultados en los niveles de competencia evaluados son muy diversas y, en ningún caso, se trata de una única variable. Es cierto, que una de las clave del éxito del modelo finlandés, como indica Jukka Havu (2011), catedrático de una Universidad de Tampere, es el modelo de enseñanza democrática que tienen,  en el que todos los alumnos, independientemente de la clase social, pueden acceder a la escuela en las mismas condiciones que el resto, puesto que ayuda a erradicar la marginación y los jóvenes se ven de iguala a gual, por lo que el llamado “etiquetado” no se daría en Finlandia, y muchos alumnos, como ocurre en España, no actuarían y se comportarían en función de ese “etiquetado”, puesto que hay que recordad que las personas actúan en función de las expectativas que se tienen sobre ellas, lo que se conoce como “efecto pigmalión”.  Otros aspectos importantes del éxito del sistema finlandés es su tradición lectora, siendo el país cuyo número de libros por habitante es el mayor del mundo, y erradicando el analfabetismo hace más de un siglo. Además de este aspecto, es importante destacar la consistencia y solidez de su sistema educativo, que es prácticamente el mismo desde los años 70, situación bien distinta a la vivida en España desde la Ley Moyano. Creo que el sistema educativo español debe madurar, consolidarse y aprender de aquellos que están demostrando que funcionan, teniendo en cuenta, por supuesto, las diferencias socio-culturales y económicas de nuestro País. De igual forma, pienso que el papel del movimiento y de la actividad física está infravalorado dentro del sistema educativo y que se le debería dar más cabida la neuroeducación, a la formación y especialización docente, recuperando el prestigio, el reconocimiento y la figura de autoridad cercana y afectuosa del profesor. También es vital que la metodología y la didáctica se adecúen a los nuevos nativos digitales que tenemos en las aulas y que la formación para aplicar esta metodología y didáctica de los docentes sea de calidad y se realice cuanto antes, pues pienso que vamos a remolque en esta labor formativa.

A continuación se exponen las referencias utilizadas para el análisis comparativo que se ha realizado:
Gisbert, Xavier (2011). Lenguas extranjeras en el sistema educativo español. Programas y centros: Propuestas. EB Asociación “Enseñanza Bilingüe” Recuperado de http://www.ebspain.es/index.php/articulos/14-lenguas-extranjeras-y-bilingueismo-en-el-sistema-educativo-espanol-programas-y-centros-propuestas
Cortés, Yolanda. (2017). ¿Están preparados los niños para leer y escribir a los 6 años? Hablemos de neurociencia. Recuperado de http://www.hablemosdeneurociencia.com/estan-preparados-los-ninos-leer-escribir-los-6-anos/
El Confidencial. (2016). España sigue líder de la Unión Europea en fracaso escolar. Recuperado de https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/educacion/2016-04-27/espana-abandono-escolar-union-europea_1190898/
El País. (2016). Resultados del informe PISA. Recuperado de https://elpais.com/elpais/2016/12/05/media/1480958752_164797.html
Enprendeyaprende. (2011-04-23). Sistema Educativo Finlandés 1-3. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=Hi0cR2UmH-g
Rovati, Lola (2011). Permisos de Maternidad y Paternidad en Europa. Bebés y Más. Recuperado de https://www.bebesymas.com/noticias/permisos-de-maternidad-y-paternidad-en-europa
Sánchez Caballero, Daniel (2017). España, entre los países de Europa con menos escuela pública y más concertada. Eldiario.es. Recuperado de http://www.eldiario.es/sociedad/Espana-Europa-escuela-publica-concertada_0_618388327.html
 Santos, Elena. (2014). La Importancia del ejercicio física. DSalud. Revista mensual de Salud y Medicina. Número 168. Recuperado de https://www.dsalud.com/reportaje/la-importancia-del-ejercicio-fisico/
This is Finland. (2011). Finlandia: a la cabeza en actividades físicas y deporte. Recuperado de https://finland.fi/es/vida-y-sociedad/finlandia-a-la-cabeza-en-actividades-fisicas-y-deporte/


miércoles, 4 de octubre de 2017

Reflexión sobre el Arribismo y los Valores

Hace relativamente poco tiempo me encontraba re-leyendo un capítulo del libro de Pilar Jericó titulado “No Miedo”, y llegó a mi vista el vocablo arribismo, el cual, debo reconocer, desconocía en primera impresión su significado con exactitud, aunque el contexto del párrafo me arrojaba cierta luz a su sentido. Busqué en el diccionario de la RAE su significado y decía tal que así: “comportamiento habitual del arribista”, y de este último, el arribista, decía: “persona que progresa en la vida por medios rápidos y sin escrúpulos”. Automáticamente vino a mi pensamiento la imagen de algún conocido, compañero, al que bien podría aplicar con total acierto tal definición, y me quedé reflexionando sobre qué mueve a una persona a progresar de un modo arribista, tanto en el ámbito profesional, como en el ámbito personal, aunque este último se relaciona más con la adquisición de un nivel de vida que, por lo general, se confunde bastante con: “el qué dirán los demás”, y está íntimamente vinculado a lo material, confundiendo de costumbre el progreso de la persona en su vida, con la tenencia de cosas y la economía de la que disponga. A partir de esta afirmación, podemos comenzar escudriñando la misma diciendo que la diferencia, en primera instancia, entre progresar en la vida de un modo arribista o no arribista, depende de la moral que cada persona tiene.

Profundicemos pues. La respuesta que me di a mí mismo de forma casi automática cuando leí las definiciones del vocablo que he trascrito más arriba fue: pues si el arribismo hace referencia a la conducta del arribista, quiere decir que el comportamiento y, por ende, la manera de pensar, es lo que define a la personalidad arribista. Por tanto, concluí que las acciones, las conductas y los pensamientos, es decir, los hechos y dichos que tiene cada persona a lo largo de su trayectoria profesional y personal, serían los indicadores que definirían si una persona ha progresado en su vida y en su trabajo de manera arribista, es decir, sin escrúpulos, o, por el contrario, ha progresado y ascendido de forma escrupulosa, con conciencia moral, respeto y lealtad. De esta manera nos embarcamos de lleno en lo que nos diferencia a la hora de actuar, pensar, sentir y valorar: LOS VALORES.

El término “valor” proviene de la palabra latina “valere”, que significa “fuerza”, “ser fuerte”. Por tanto, podemos entender los valores como el conjunto de fuerzas que tenemos en nuestro interior (convicciones) para decidir, preferir y dirigir nuestra conducta, nuestras acciones o nuestros pensamientos en una dirección concreta y no en otra. Hay una gran amalgama de valores que se agrupan bajo clasificaciones ya consolidadas como son: los valores Universales (libertad, respeto, honestidad, igualdad, justicia, amor, verdad, paz, amistad, bondad, responsabilidad, valentía, honor), Preferenciales (elección de uno sobre otro al que doy menos valor que al primero), Instrumentales (se valora como medio para lograr un fin), Terminales (valor a unos estados finales de existencia concretos), Morales (relacionado con las acciones y comportamientos correctos o incorrectos), Socio-Culturales, Familiares, Espirituales, Materiales y Organizacionales. Dentro de cada categoría podemos precisar un sinfín de valores que definen la escala de valores que tendrá cada ser humano, la cual se conformará en función de la educación recibida, del contexto socio-cultural en el que se ha desarrollado, de la familia en la que se ha criado, de las amistades que ha tenido, de las experiencias que ha vivido, de los modelos que haya incorporado y de los referentes que hayan marcado su vida. Esta escala de valores no es del todo rígida, pues el peso que cada persona da a cada valor a lo largo de su vida puede variar en función de los mismos elementos por los que fueron asimilados e instaurados, teniendo en cuenta que el paso del tiempo y la madurez hacen menos voluble esta variación, puesto que la experiencia vivida y la madurez adquirida afianzan las convicciones y definen y fortalecen nuestros valores.  

Uno de mis textos preferidos de Ortega y Gasset, comienza diciendo en su capítulo primero, si mal no recuerdo: “las ideas se tienen, en las creencias se está”, una frase magistral que desarrolla el autor reflexionando sobre la necesidad de reparar en las ideas cuando las creencias se nos tambalean. En mi opinión, ocurre algo muy semejante con los valores, y me atrevería hacer una modificación de la sentencia de Ortega diciendo: “no es lo mismo la idea que tenemos sobre nuestros valores, que la creencia en los valores sobre los que estamos”. Cuando creemos en determinados valores, éstos se encuentran instaurados en la persona y se materializan en las actitudes, las conductas y los pensamientos que tenemos.


Por tanto, lo que define y diferencia a un arribista frente a un altruista, son sus valores, y volviendo al objeto de este post, que no era otro que responder a la pregunta sobre  lo que mueve a una persona a comportarse de manera arribista, es decir, a intentar progresar en la vida y en el trabajo por medios rápidos y sin escrúpulos, sin conciencia y sin importarle si lo que hace es bueno o es malo para alguien, sin dudar si se debe hacer algo o no desde un punto de vista moral, actuando sin ética ni moralidad, sin tener en cuenta los perjuicios que ocasiona al prójimo, etc.,  podemos entonces concluir que esta forma de ser y actuar que se acaba de describir, viene marcada por la predominancia, según mi opinión, de una serie de valores concretos que definen a un tipo de personalidad determinada, y que podemos precisar de la siguiente forma: se trata una persona advenediza, llegad@ a una posición o lugar con pretensiones desmedidas, por lo tanto, con poca objetividad y realismo, una persona oportunista, que aprovecha cualquier circunstancia, comentario o situación para conseguir algo o lograr un ascenso sin medir las consecuencias de su aprovechamiento, una persona con ambición desmedida, trepador sin escrúpulos, de un egoísmo extremo, pues carece de absoluta empatía al no sentir el más mínimo afecto por el prójimo, lo que le permite engañar, lucubrar, falsear, contradecir sin llevar razón, dañar o herir a compañer@s para hacerlos más vulnerables y así sobresalir a toda costa y a todo coste con el fin de adquirir nuevas y pseudo-mejores posiciones, ya sea a nivel social o a nivel empresarial u organizacional. Una persona carente de honestidad, tanto consigo misma como con los demás, carente de humildad, puesto que en su fondo yace una soberbia desmedida en convivencia con una pedantería desbocada, una persona sin integridad ni valentía, puesto que no es capaz de enfrentarse a todo aquello que corrompa su humanidad con el fin de progresar sin miramiento ni escrúpulo alguno.  

En definitiva, una persona que carece de generosidad y caridad, pues no se encuentra entre sus motivaciones internas la entrega y ayuda a los demás, careciendo del mínimo sentido filantrópico que tienen las personas altruistas, más al contrario, a este tipo de personalidad arribista le motiva el sometimiento porque necesitan sentir que tienen el control, y cuando no es así, se sienten inseguros e inquietos, porque la base de la personalidad arribista la compone una grandísima inseguridad personal-profesional y un sinfín de complejos personales, y es que en su fondo, en su más profundo ego, no hay más que una personalidad acomplejada incapaz de reconocer que padece de ese acomplejamiento e incapaz de afrontarlo con valentía y responsabilidad para poder así iniciar un proceso de cambio que le ayude a progresar en su vida personal y profesional con honestidad, flexibilidad, humildad, integridad, respeto, humanidad, valentía creatividad, realismo, coherencia, paciencia, sinceridad, inspiración, apertura a los demás, compromiso, sentido del humor, generosidad, empatía, pasión, ética y moralidad, justicia, equidad, tolerancia, solidaridad, lealtad y con la VERDAD como bastión de vida. 

jueves, 1 de junio de 2017

Reflexión sobre la Soledad

Hay en torno a la soledad una amplia gama de opiniones diversas que me motivan a poner mi granito de arena sobre dicha cuestión. La soledad es un concepto que admite dos opiniones contrarias y que es común escuchar en las conversaciones con amig@s; una tiene un carácter beneficioso, y la otra, perjudicial. La opinión beneficiosa es cuando las personas asocian la soledad a una búsqueda personal, es decir, hay una voluntad, una motivación y una necesidad de estar o encontrarse así mism@ en soledad. La opinión perjudicial es aquella en la cual la soledad es impuesta y no buscada. Esta opinión generalizada se puede matizar bastante, ya que el hecho de ser o no impuesta depende mucho de un@ mism@, pues la soledad, en mi opinión, está relacionada más con un sentimiento personal que con una ausencia física real, y en este sentido, se podría plantear si la soledad es o no, racional y real. Pero sigamos pensando y reflexionando un poco más sobre ella.

Es curioso que, tal y como hemos dicho antes, en el decir de las personas, la soledad tenga una connotación positiva-beneficiosa, pues es sabido desde hace miles de años que el ser humano es un ser social, que necesita formar parte de una colectividad en la que colaborar y cooperar en beneficio de la comunidad, y que tiene por necesidad la aceptación de sus congéneres en un grupo social concreto donde sentirse parte del todo. Si todo esto que es sabido es necesario, ¿por qué la soledad es buena y beneficiosa para los seres humanos?esa soledad de la que hablábamos que era buscada y en cierta manera necesaria. Un esclarecimiento de esta cuestión nos lo aporta la RAE, que define la soledad con dos acepciones; la primera como "circunstancia de estar solo o sin compañía", y la segunda, como "sentimiento de tristeza o melancolía que se tiene por la falta, ausencia o muerte de una persona". Estas dos acepciones ponen de manifiesto dos ideas, la primera es que la soledad tiene un componente físico, y la segunda, que tiene un componente psicológico (sentimiento ante la falta). Dicho esto podemos profundizar aún más y comenzar a resolver la duda que se planteaba sobre la connotación o aportación positiva y beneficiosa que tiene la soledad.

Desde el nacimiento, el recién nacido pasa de una fase de indiferenciación a otra de diferenciación, del no-yo al yo, y durante los años de la infancia lleva a cabo un proceso de separación gradual que consiste en el binomio cercanía-lejanía, pero en el que su grado de dependencia es muy elevado aún. En la adolescencia, este binomio sigue estando y se acentúa de manera exponencial debido principalmente a dos crisis muy acentuadas; la de la identidad y la de la autonomía. En esta fase hay una aparente búsqueda de soledad, pero es ficticia, pues en el fondo no hay etapa en la que haya más necesidad de aceptación grupal y reconocimiento, en la que se viva con mayor intensidad de emociones fugaces las relaciones entre iguales. Es una ficticia soledad porque hay una elevada dependencia emocional al grupo de amistades, sea de forma física o tecnológica. Ya en la edad adulta, cuando se es capaz de romper en la medida de lo posible el cordón umbilical, es cuando las vivencias y la maduración nos capacitan para experimentar y vivir las verdaderas connotaciones de la soledad, sin buscar excusas de la falta de tiempo por los quehaceres diarios, que de seguro muchas personas pensarán que le es imposible tener un minuto para ello. Que sea el lector/a quien valore en función de sus circunstancias particulares tal apreciación.

Llegados a este punto, podemos pensar que la soledad está teñida de una larga historia en la que prejuicios en torno a ella no le faltan, y es justamente aquellas personas prejuiciosas quienes más necesitan saber estar consigo mismas, quienes carecen de una verdadera seguridad personal, quienes se sienten vacías al estar solos porque no han convivido ni se han trabajado interiormente, quienes necesitan la aceptación de los demás porque no saben valerse por sí mismas, quienes tienen miedo a la soledad y también a la libertad, porque viven encadenados a la necesidad impuesta e irreal. El auténtico conocimiento es el que hace uno de sí mismo y consigo mismo, superando los temores, los miedos a la soledad que no son más que los miedos primarios a la falta, a la ausencia del "otro". Esta superación  de miedos y temores nos aporta confianza, seguridad y fortaleza.

Salvando las diferencias y atendiendo a la realidad del autor y a su misantropía, transcribo un párrafo del libro de Arthur Schopenhauer "Aforismos sobre el arte de saber vivir", en el que, desde mi punto de vista, sintetiza de manera magistral lo expuesto en este post sobre la soledad. El texto dice así:

"Cada cual sólo puede ser enteramente él mismo cuando está solo. Por eso, quien no ama la soledad tampoco ama la libertad, pues únicamente se es libre cuando se está solo, ya que la obligación es la compañera inseparable de toda compañía, pues exige sacrificios que nos parecerán mucho más duros cuanto más significativa sea nuestra propia individualidad. Por consiguiente, cada cual huirá de la soledad, la sobrellevará o la amará según sea la medida exacta del valor de su propia individualidad. En efecto, en soledad siente el miserable su íntima miseria, y su grandeza, el gran espíritu; cada cual se siente en ella tal y como es"

Cada persona se siente en soledad tal cual es. Practiquemos la soledad y descubrámonos.


jueves, 27 de abril de 2017

Reflexión sobre la Actitud

Un gran amigo mío me diría: "es una cuestión de actitud", y sí, "la actitud es más importante que la aptitud", decía Churchill. Pero la actitud es muy variante y está muy relacionada con las circunstancias que nos rodean y con la manera en la que cada persona afronta dichas circunstancias. Por tanto, cómo podemos controlar aquello que nos afecta e influye y condiciona nuestra propia actitud, la cual podemos definir como la manera en la que nos mostramos a los demás, la forma en la que nos relacionamos con nosotros mismos y la imagen que transmitimos al exterior. 
Desde mi punto de vista y mi experiencia, la respuesta se encuentra en el conocimiento y en el grado de conciencia y vivencia que se haya tenido sobre la relación existente entre la actitud, el estado de ánimo y las circunstancias acontecidas en la vida. Si somos conscientes de que la actitud es una cuestión de elección personal, y que la actitud que decidamos tener en una circunstancia determinada condiciona y modifica nuestro estado de ánimo, podemos concretar que el estado anímico que nos generan las circunstancias creadas y advenidas, está condicionado por la actitud que hayamos elegido tener. Esta afirmación la sintetiza magistralmente Ortega y Gasset en su aforismo "las circunstancias condicionan pero no determinan", el cual refleja el papel activo del ser humano ante sus circunstancias, dándole la libertad de decidir si la circunstancia que vive le determina o sólo le condiciona. Por ello, continúa Ortega con otra fórmula que complementa la anterior y que hace referencia a que "el vivir de cada cual es igual a su circunstancia más las decisiones que toma en ella", es decir, que la vida de cada ser humano es igual a la actitud con la que decida afrontar sus circunstancias, de ahí que Ortega culmine con su sentencia más conocida de "yo soy yo y mis circunstancias, y si no la salvo a ella, no me salvo yo", en la que expresa que el "yo" tiene capacidad de elección sobre la circunstancia y, por tanto, puede elegir qué actitud adoptar.
Los valores, los aprendizajes, las experiencias, las motivaciones, las ilusiones, las gratificaciones, los deseos, etc., todos estos elementos están relacionados con la actitud, es decir, con nuestra manera particular de gestionarlos y decidir cómo queremos estar interiormente y cómo queremos mostrarnos hacia el exterior. Las actitudes varían en función del estilo de vida que por diferentes motivos se va adoptando. El hábito y la rutina estandarizan la actitud por la certidumbre, y es en la incertidumbre, ante lo desconocido y los imprevistos, donde emergen las actitudes más dispares, variopintas e ingeniosas.
Quiero cerrar este post con un precioso texto de Pablo Neruda en el que contrapone dos actitudes antagónicas de manera clara, precisa y concisa, y que dice así:

"Muere lentamente quien se trasforma en esclavo de los hábitos, quien no se arriesga, quien evita una pasión, quien no arriesga lo cierto por lo incierto, quien abandona antes de empezar, quien se queja de su mala suerte, quien no viaja, ni lee, quien no sueña ni persigue sueños, quien no confía, quien no lo intenta, quien no ama; lo contrario, es estar vivo".

Breve Reflexión: Convicciones y Circunstancias

La vivencia que se tiene en el encuentro con uno mismo, es una parada en el caminar, una disminución de la velocidad a la que nos lleva el d...