Recientemente he leído un libro del que me gustaría
compartir con vosotros algunas impresiones que, desde mi punto de vista, son
aplicables tanto a la parcela personal como a la profesional. El texto lleva
por título “El Coaching de Oscar Wilde”, y su autor es Allan Percy. Está compuesto por 99 aforismos del
dramaturgo Oscar Wilde, en los cuales el autor añade una breve reflexión sobre
su significado. Se pueden leer de forma independiente ya que no existe un nexo
de unión entre ellos.
En este post, pretendo rescatar los aforismos con los que
más identificado me he sentido, y a los cuales he dado una aplicabilidad y un
sentido de ayuda, bien sea en la esfera personal, bien en la profesional.
Desde mi punto de vista, los aforismos concentran una
sabiduría que no debe pasarse por alto, pues suelen ser fruto de la experiencia,
la lucidez, y a veces, la costumbre. Bien es cierto que no siempre un aforismo
nos moviliza, pues para que así sea debe conectarse lo enseñado con nuestra experiencia, debiéndoles
dar un sentido, es decir, debe de haber una identificación con lo que nos dice.
Los aforismos pueden describir nuestros valores y nuestro estilo de vida. Desde
hace bastante años, vengo agrupando aquellos aforismos con los que más
identificado me he sentido, fruto de mis vivencias y de mi forma de pensar. A
partir de algunos de ellos he creado lo que para mí son principios rectores de
mi vida, y es que tener claro los valores predominantes, así como el proyecto
de vida y los principios por los que se rige, es de vital importancia si
queremos que nuestra vida tenga un sentido y no navegue a la deriva.
Los aforismos del texto con los que me he sentido más
identificado por mí forma de pensar y sobre los que he realizado una breve
reflexión son los siguientes:
1.- “A
veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra
vida se concentra en un solo instante”.
La vida es en sí momentos, presente, instantes, sólo
vivimos el aquí y ahora, y cada momento es único, irrepetible, eso es lo
maravilloso de la vida, que no se detiene, que es avance, progresión, un ir
hacia delante sin posibilidad de parar, lo que hagamos ahora, en cada momento,
depende de nosotros, de cada uno en su libertad de decisión, de elección bajo
sus principios, sus valores y su experiencia.
2.- “Solo
se echa a perder aquella vida cuyo desarrollo se estanca”.
Cuando el ser humano se estanca, se paraliza, el tiempo
transcurre y la persona no progresa, no se realiza, y quien no se realiza
sufre, y es vida echada a perder. Toda persona tiene capacidad decisoria, y
quien se estanca y echa su vida a perder lo hace desde la desidia, pues la vida
de cada cual es igual a su circunstancia más las decisiones que toma en ella, y
en última instancia, quien se paraliza, quien se estanca, lo hace por sí y para
sí.
3.- “Si
somos tan dados a juzgar a los demás, es debido a que temblamos por nosotros
mismos”.
Quien juzga, está más enfocado en el otro que en sí mismo.
Todo juicio de valor contra el otro refleja la inseguridad del que juzga, pues
esa necesidad de juzgar hacia fuera refleja el miedo a juzgarse así mismo y la
escasez de humildad para ver-se dentro lo que se busca fuera.
4.- “Hay
cosas que son preciosas justamente porque duran poco”.
El tiempo de que disponemos para disfrutar de objetos,
eventos, personas, etc., define en muchas ocasiones el grado en que disfrutamos
y sentimos placer, ya que el carácter finito de algo nos impele muchas veces a
exprimirlo. Es por esto, que en los momentos de nuestra vida en que gocemos de
salud y bienestar, debemos exprimir las experiencias agradables valorándolas
con juicio propio.
5.- “Para
la mayoría de nosotros la verdadera vida es la vida que no llevamos”.
Interesante aforismo que refleja el porqué de la existencia
de las revistas del corazón y de los programas televisivos de la misma línea.
Muchas personas pasan su vida queriendo lo que otros tienen y desvalorando lo
que poseen. Viven de cara a la galería, comparándose constantemente en términos
de posesión de objetos, nunca están contentos con lo que tienen y siempre
desean lo de los demás. Idealizan una vida que no es la suya, y viven a medias
porque sus pensamientos y acciones se encaminan a imitar ó conseguir ese “algo”
que siempre les falta, y viven así en una constante ansiedad queriendo ser el
“otro” ó queriendo la vida del “otro” que nunca llegan a tener, pues ésta es la
característica principal de la idealización.
6.- “El
ser humano puede soportar las desgracias que son accidentales y llegan de
fuera. Pero sufrir por propias culpas, esa es la pesadilla de la vida”.
Las circunstancias condicionan pero no determinan, así
decía Ortega cuando quería imprimir un papel activo al ser humano en su propio
devenir. Podemos elegir la actitud ante las desgracias circunstanciales de
nuestra vida, y aunque sean accidentales, podemos hacer que no determinen
nuestra existencia. Sin embargo, el sufrir por sentimientos de culpa es un
sinsentido porque no produce bien alguno, todo lo contrario, estancamiento,
regocijo negativo, bloqueo y sufrimiento innecesario. El sentimiento de culpa
debe ser remplazado por la actitud crítica constructiva, por un incremento en
nuestra capacidad de aprendizaje y un diagnóstico riguroso de lo ocurrido para,
posteriormente, descartar actitudes y conductas e incorporar otras nuevas que
nos permitan no albergar esos sentimientos que son destructivos.
7.- “El
pesimista es alguien que se queja del ruido cuando la oportunidad llama a su
puerta”.
El pesimismo es una actitud tóxica improductiva. Se
contagia con facilidad y hace estragos en la persona que lo padece y en la que
lo recibe. A nivel biológico las actitudes pesimistas generan sustancias
contrarias a las que generan las optimistas, sustancias que pueden beneficiar o
perjudicar a nuestro organismo. No conozco a ningún emprendedor que en esencia
sea pesimista.
8.- “Una
idea que no es peligrosa no merece ser llamada idea”.
La palabra peligro está aquí significando “riesgo”, y las
ideas están referidas al emprendimiento, a la innovación, y es que el mayor
riesgo es siempre no correr ningún riesgo. Si no salimos de nuestra zona de
confort, de certidumbre y control, no conseguiremos armarnos de valor para
emprender y enfrentarnos a lo desconocido, a la incertidumbre que supone el
cambio al que toda organización debe someterse con el paso del tiempo si quiere
progresar. Como decía Einstein, “si quieres obtener resultados distintos, no
hagas siempre lo mismo”, gestiona el cambio-TÚ cambio.
9.- “La
vida no es complicada, somos nosotros los complicados. La vida es simple, y lo
simple es siempre lo correcto”.
Como dice Alice, “a
problemas complejos soluciones sencillas”. Y es así de simple, lo único que
ocurre es que, a veces, la solución es tan sencilla que nos obcecamos en mirar
la figura y no el fondo. Es como en el simple juego de unir con cuatro líneas
sin levantar el bolígrafo los nueve puntos simétricos. La solución es sencilla,
lo que ocurre es que estamos acostumbrados y condicionados a pensar siempre de
la misma forma. La vida la vamos complicando con el transcurrir de los días.
Cuanto más practicamos la famosa sentencia griega de “conócete a ti mismo”, con
mayor facilidad podremos dejar de complicarnos nuestra vida, y aprenderemos a
relativizar los problemas y a no gastar más energía en ellos que la necesaria.
10.- “La
experiencia es algo que no se consigue gratis”.
La experiencia se adquiere mediante la vivencia, y en
última instancia la vivencia es momentánea, puntual, y aunque estamos
continuamente viviendo, ese vivir es acumulación de experiencias instantáneas, en las cuales
podemos decidir qué actitud tener: optimista ó pesimista, conformista ó
inconformista, y cada una de ellas tiene como consecuencia ventajas e
inconvenientes, como indica Percy, “el conformismo tiene la ventaja de no
estresarnos más de lo necesario y el inconveniente de aburrirnos soberanamente,
y el inconformismo tiene la ventaja de hacernos soñar y el inconveniente de
convertir a menudo nuestros sueños en decepciones”. Yo lo tengo claro, mejor
soñar y hacer los sueños realidad pese a las decepciones (riesgos), que
aburrirse soberanamente, y es que Schopenhauer eleva a categoría de sufrimiento
humano el aburrimiento en su sentencia: “las fuentes del sufrimiento humano son
la necesidad y el aburrimiento”.
11.- “La
vida es un mal cuarto de hora formado por momentos exquisitos”.
Debemos practicar
más la filosofía de los momentos del vivir, de eso que llamamos presente, y es
que cada momento es un nuevo presente que vivir, es una nueva vivencia, y es
con lo que seguro contamos. Percy afirma que “el arte de vivir consiste en
decidir cómo queremos que sea nuestro mundo y que así sea”. Ese decidir se hace
momento a momento, y con las decisiones nos convertimos en sujetos activos en
nuestra vida, como decía Nelson Mandela cada uno es el dueño de su destino, el
capitán de su alma, (me gusta añadir a su sentencia) el constructor de su vida
y el arquitecto de sus circunstancias.
Con este repertorio de aforismos y de reflexiones he
querido mostrar cómo las sentencias de grandes pensadores pueden ayudarnos a
establecer un modelo de pensamiento que rija nuestra existencia, cuya
característica principal debe ser la flexibilidad para incorporar nuevas
sentencias, pues en cada etapa de nuestra vida el modelo de pensamiento debe ir
adaptándose porque las concepciones pueden (y en muchos casos deben) cambiar.
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