Los procesos,
tipos y métodos de comunicación dentro
de una organización son bien conocidos y notablemente amplios, éstos
posibilitan que la información fluya de diferentes modos y en diversas
direcciones. No cabe duda alguna sobre la importancia que la comunicación tiene
en las organizaciones, y como ésta puede aportar valor añadido a
la misma siempre que se realice de forma metódica y estableciendo
objetivos claramente definidos, pues de la misma forma que puede ser
fuente de riqueza y valor, si está mal enfocada o no sigue un rumbo
determinado, puede influir de manera negativa sobre el rendimiento de los
colaboradores y, consecuentemente, sobre los beneficios de la organización.
Establecer
una comunicación que aporte valor requiere establecer un método claro y
definido que pueda materializarse y llevarse a cabo, y que una vez
aplicado pueda cuantificarse, mediante evaluación, el valor que dicha
comunicación ha añadido a la organización, de no ser así es muy posible caer en
teorizaciones de escasa aplicabilidad. Por ello, es necesario definir cómo
llevar a la práctica muchos de los conceptos que se aportan sobre organización,
dirección de rrhh, liderazgo, talento, etc., y que son descritos de forma
teórica, pecando incluso de pura retórica, pero alejados algunas millas de su
aplicación práctica. No cabe duda que la motivación, la implicación,
lailusión y la identificación con el proyecto de
una organización son algunos de los conceptos que, adquiridos por los
colaboradores, aportan valor añadido, mayor rendimiento y beneficios
consecuentes a la organización, y estos conceptos pueden desarrollarse mediante
un proceso de concienciación y adquisición, de llegar a creerse lo que uno es y
aporta en beneficio del conjunto, es decir, son susceptibles de generarse
y adquirirse en los procesos de comunicación mediante una adecuada interacción
orientativa, la cual debe producirse de manera jerárquica descendente y de
forma individual. Esta influencia generada mediante la interacción orientativa
producirá posteriormente una red de influencias recíprocas entre
los colaboradores impregnados previamente en el proceso de interacción,
influencias que por transferencia emocional y motivacional, y por el
sentimiento de unión, pertenencia y cohesión generado; se desarrollarán e
incrementarán si somos capaces de crear un entorno colaborativo basado en la redarquía.
Para que la
interacción orientativa genere en la persona un nuevo conocimiento y estado que
favorezca el pensamiento
original-creativo y se produzca una influencia recíproca
posterior en el entorno organizacional, es imprescindible definir qué es y en
qué consiste dicha interacción. En este sentido, la interacción
orientativa es un proceso de comunicación mediante el cual se
genera una influencia recíproca orientada que aporta conocimiento y
concienciación. El conocimiento (scientia) de algo se produce a nivel
racional y cognitivo, sin embargo, la con-scientia(conocimiento
compartido), o más concretamente concienciar, tiene por significado
“tomar conciencia”, “hacer que alguien sea consciente de
algo”, y ser consciente de algo es un “darse cuenta más allá del mero
conocimiento teórico”, es un "acto de percepción interna derivado de un
conjunto de vivencias acontecidas" (modificado de Wikipedia), de modo
que hacer consciente a alguien de algo implica imbuirlo en vivencias tanto
de carácter emocional como intelectual.
Los objetivos del proceso
de la interacción orientativa deben ir encaminados a:
1.- Realzar
el valor manifiesto y latente de las aportaciones al grupo y a
la organización.
2.- Generar emociones relacionadas
con la valía manifiesta y potencial.
3.- Favorecer
el pensamiento original-creativo.
4.- Crear conciencia
de valor como conjunto y miembro de la organización.
Estos
objetivos se basan en la premisa anunciada por Ortega y
adaptada al entorno laboral, según la cual, “nuestro trabajo posible es
mayor que nuestro trabajo efectivo”, Ortega lo refirió a la potencialidad
de la vida indicando que “nuestra vida posible es mayor que nuestra vida
efectiva”, lo que se evidencia en ambas afirmaciones es la existencia de un
potencial latente susceptible de rescatar, obtener y aplicar.
La influencia
recíproca emanada en la interacción, atiende al hecho de que cualquier
comunicación personal que se lleve a cabo no deja inmutable ni al emisor ni al
receptor, siempre hay en la condición humana variaciones de índole emocional o
intelectual cuando se interactúa con otra persona, excepto en casos
patológicos. Obviamente, aún produciéndose una influencia recíproca por el
motivo indicado, quien aplica la interacción orientativa con actitud
consciente es quien direcciona la influencia y coloca al colaborador
en posición de inter-influir con los compañeros. Por este
motivo, la interacción orientativa debe comenzar de forma jerárquica
descendente, es decir, mediante los responsables de área, miembros de la
dirección, etc., y deberá aplicarse de manera individual por
su mayor efecto de influencia directa frente a las intervenciones colectivas,
donde la focalización de la atención se diversifica pasando más desapercibida
dicha influencia, es más fácil distraerse cuando se está en un proceso de
comunicación junto a otros veinte colaboradores, que hacerlo cuando uno se
encuentra frente al emisor y tiene además que responder a cuestiones que le
hacen pensar y reparar en su propia praxis.
Para aplicar
la interacción orientativa es necesario adquirir un sistema de acciones
y actitudes que se pondrán de manifiesto durante el proceso. Es
importante tener en cuenta que no siempre se podrá ejercer todas las acciones y
manifestar todas las actitudes, pues dependerá del tipo de comunicación que se
pretenda establecer, los objetivos de la misma y su contenido.
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